Durante su adolescencia Baines realizó un viaje
con su padre a Londres y allí quedó fascinado ante el ir y venir de ejecutivos
con traje por las calles de la ciudad. “Cuando estuve allí vi ejércitos de
hombres con bombín, todos iguales como clones, y pensé que era un montaje pero
mi padre me explico que era la gente que salía del trabajo, al que acudían de 9
a 5 y que eso es lo que harían hasta los sesenta años, y entonces podrían
comprarse un reloj de oro y caerse muertos.”
Así explica Baines los motivos que le llevaron a
llenar en la playa australiana de Adelaida de vacas y productos de leche. Estos
son los ingredientes para llevar a cabo su última creación: una metáfora sobre
el estrés laboral y las largas horas de oficina. Cualquier pregunta que se nos
venga a la cabeza al observar estas imágenes quedará en el aire. Así es el
surrealismo, incomprensiblemente sorprendente.
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